miércoles, 28 de enero de 2009

Chimenea

Yo contemplo las llamas que se agitan,
cantando alegres con sus lenguas de oro,
móviles, caprichosas e intranquilas,
en la negra y cercana chimenea
do el tuero brillador estalla en chispas.
Rubén Darío

2 comentarios:

Unknown dijo...

Al calor de su fuego, se vive, se conversa, se comparten risas y miedos en las frías noches invernales...
Una gran imagen.
Un abrazo

Juan dijo...

Que razón tienes, y que pocas de esas cosas se pueden hacer al lado de un radiador eléctrico (al menos poéticamente)
Saludos

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